Las redes sociales ya no sirven sólo para ver
fotografías, documentos etc., también se han abierto al intercambio de
pequeñas aplicaciones de terceros, no desarrolladas por los informáticos
de la propia red. Esta nueva faceta ha traído consigo que redes como
Facebook se hayan convertido en una vía de distribución, en estas aplicaciones aparentemente inofensivas. Los
expertos advierten que este fenómeno es difícil de detectar, controlar y
frenar. Además, lo previsible es que vaya en aumento en la medida que
la distribución de aplicaciones de terceros se popularice todavía más en
las redes sociales.
Hace un año y medio Facebook inicio sus puertas al intercambio de
aplicaciones de terceros. En este tiempo, millones de usuarios han
usado aplicaciones para jugar o cambiar recomendaciones de
música o películas. En la medida que la popularidad de estas
aplicaciones ha ido creciendo, los expertos en seguridad informática han
empezado a preocuparse, ya que las redes sociales, además de ser un
medio muy bueno para distribuir aplicaciones informáticas.
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