martes, 22 de enero de 2013

Dos casos reales de problemas en las redes sociales

          REALES

           Ciberbullyng
1Nueve adolescentes (siete de ellos, chicas) fueron juzgados en 2010 por acosar y maltratar física, psicológicamente y a través de móviles y de Internet a una compañera de escuela, inmigrante irlandesa. Phoebe Prince, de 15 años, fue acosada, humillada y agredida durante tres meses por algunos compañeros del instituto hasta que no pudo aguantarlo más y se suicidó ahorcándose. El acoso, de hecho siguió online tras su muerte.
El grupo de adolescentes que se sentará en el banquillo la insultaba a voces en los pasillos del colegio, en la biblioteca, en la cafetería o en el camino de vuelta a casa. La llamaban día tras día puta irlandesa y zorra, la empujaban, le tiraban cosas, le quitaban los libros de la mano y le mandaban mensajes de SMS con amenazas.
         
         2  Este es la historia de Beatriz, una niña que, con tan sólo 13 años, conoció lo que es el sexting.
Beatriz cuenta que se aficionó a Internet para refugiarse de los problemas que sufrían en su casa. Se sumergía en la red para aislarse de todo aquello y disfrutaba “creando” nuevas amistades en la red, con las que compartía pensamientos, preocupaciones y risas. “Pasaba largas horas frente al ordenador chateando con unos y otros. En uno de ellos encontré a alguien, que se hacía pasar por una chica, con la que entablé una amistad y me propuso presentarme a un cásting para una serie de televisión que me gustaba mucho. Yo me lo creí y le di mi e-mail. Fue entonces cuando me pidió que me mostrara delante de la webcam para el supuesto cásting, y lo hice. Al principio posé con ropa, pero después me dijo que me fuera desnudando hasta que le mostré el pecho sin darme cuenta…”.
Tras los sucedido, la menor se negó a desnudarse más y la receptora la amenazó con repartir las fotos y vídeos de la webcam por toda la red hasta llegar a su familia, si no accedía a sus deseos sexuales. Beatriz, por miedo a la represalias, cedió al chantaje hasta que, un día, decidió borrar el chat y dejar de lado el ordenador.
El problema, según la víctima, fueron los meses posteriores, que recuerda vivirlos con mucho miedo, pensando que aquellos vídeos y fotos estaban difundiéndose por Internet. Le afectó tanto que asegura tener problemas al establecer relaciones sociales. Aunque con el tiempo volvió a utilizar Internet y las redes sociales, aprendió algo muy importante: “jamás cuelgo fotos mías ni tampoco doy mucha información. Me siento segura desde un anonimato parcial”.

9 comentarios:

  1. debemos hacer un buen uso de las redes sociales y del internet

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  2. No entiendo como una pequeña pagina nos puede hacer tanto daño hasta llegar al punto de querer matarnos jóvenes entendamos que las redes y el Internet son para hacer un buen uso de ellos no para hacernos daño entre nosotros...

    En vez de hacer nos daño ayudémonos y comprendamos a las demás personas no sabemos cuales son sus historias

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  3. khe carajos XD nah mentira usare estoy como caso de problemas de adolecentes de seguro apruebo

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  4. me sirvio pa la tarea asi que si fue productiva el suicidio de esta meca :V

    jajaja salu2

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